05 enero 2009

Todo cambia, nada cambia

Vuelta de vacaciones y revisión de los hechos más destacados del sector. Una nueva noticia de phishing, en este caso a raíz de una campaña contra clientes de Vodafone; otra relativa al "golpe" recibido por la infraestructura PKI a causa de la enésima ruptura del algoritmo MD5 en certificados SSL, esta vez utilizando unas cuantas PS3 (otra nueva forma de jugar con ellas, supongo), ... En definitiva, más de lo mismo. Nuevas vulnerabilidades, más amenazas, ... Como diría alguno: esto de la seguridad es un no parar!

Precisamente por eso, porque no dejan de aparecer nuevos riesgos, es por lo que la gestión de la seguridad es tan importante. Podríamos pensar, recordando el famoso libro del queso, que la seguridad es nuestro queso. Un queso que se acaba rápidamente, que continuamente tenemos que estar buscando, racionando,... Un queso que debemos gestionar.

Porque lo único que es constante es el cambio, y para superarlo con éxito tenemos que aprender a gestionar. Gestionar el cambio también es gestionar la seguridad, gestionar un entorno de riesgo cambiante (y generalmente creciente), gestionar nuestras contramedidas de forma eficiente y eficaz... y, como se suele decir, no morir en el intento. Tarea nada sencilla, sin duda. Pero algún reto había que tener para el nuevo año, no? Qué tal mantener nuestra seguridad bajo control? Tratar de controlar lo incontrolable?

Año nuevo, vida nueva. Nuevas ilusiones, nuevos retos... ¿Os apetece participar? Os estaré esperando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Omnia mutantur nihil interit

Joseba Enjuto dijo...

Traducción: todo cambia, nada se pierde... (por si alguien necesita la traducción, para que nadie más tenga que buscarla como yo).

:-)